Romanos 12:9 "El amor sea sin hipocresía. Aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno."Es maravilloso saber que si usted cree y enseña las verdades sencillas de la Biblia se ahorrará a sí mismo y a sus hijos cientos de locuras de cada nueva generación. Si quiere ser útil para su generación, no necesita ser un experto en la última moda filosófica, o en la última moralidad progresista, o en la última tendencia psicológica. Pocos cristianos necesitan estudiar estas corrientes y responderlas. La gran mayoría de los cristianos simplemente debieran marchar al ritmo de otro tamborilero.
La mayoría de los cristianos ordinarios necesitan profundizar en la Biblia y creer y absorber qué significa y qué implican sus declaraciones más sencillas. Si lo hacen, si profundizan su intelecto en cada aspecto de la Biblia, y permiten que ella moldee su mente y corazón, se ahorrarán muchas corrientes desviadas que suenan actualizadas, pero terminan en la destrucción de las vidas.
Creo que usted verá esta verdad en acción si meditamos hoy en la segunda mitad de Romanos 12:9. Todo el versículo dice: "El amor sea sin hipocresía; aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno. La vez anterior vimos las palabras: "El amor sea sin hipocresía”. Hoy nos enfocamos en las palabras: "aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno”. Mi idea central es: si usted va a pensar, y orar, y obedecer según esta sencilla exhortación, usted (y sus hijos) serán liberados de muchas de las vanidades de esta época, y de todas las épocas.
Hagámoslo juntos. Veo cinco verdades que hay que señalar. Quizás ni estén conscientes de estos principios, sin embargo, ellos pueden tener un efecto poderosamente bueno en ustedes. En otras palabras, no usted tiene que ser un predicador expositivo para ser transformado por la Biblia. Pero es útil que estas cinco verdades sean señaladas de vez en cuando y que pueda ser incitado y profundizado el poder transformador del texto.
1. Existe Algo Más Allá de Mí, Llamado Bien Objetivo y Mal Objetivo
Cuando Pablo dice: "aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno", está rechazando la noción de que el mal está definido por lo que yo aborrezco; y está rechazando la noción de que lo bueno está definido por aquello a lo que yo me aplico. Es tan simple y tan obvio. ¿Alguna vez pensó en decírselo a sus hijos? Quizás. Pero si le enseña versículos como este las veces suficientes y con la profundidad suficiente, ellos absorberán toda la perspectiva bíblica para su gran bien.Es decir, absorberán la perspectiva de que existe algo como el bien y el mal, y que el bien y el mal son realidades externas a ellos. El bien y el mal no dependen de nosotros o de nuestros niños para volverse bueno o malo. Son buenos y malos objetivamente. Lo bueno no es lo que usted desea que sea bueno. Y lo malo no es lo que usted desea que sea malo. Que nos guste algo no hace que sea bueno, y odiar algo no hace que sea malo. Existe una realidad externa. Y además, existe usted. Esa realidad es buena o mala. Usted no la hace buena o mala.
¿Cómo vemos este concepto? Porque Pablo dice: "aborreciendo lo malo, aplicándoos a lo bueno”. En otras palabras, el bien y el mal no cambia, nosotros cambiamos. Nuestros corazones pueden aferrarse a las cosas porque las deseamos, y nuestros corazones pueden rechazar algunas cosas intensamente, porque no las deseamos. Pablo dice: aquí hay mal, y aquí hay bien. Ahora, traigan sus emociones y voluntad según lo que aquí ya existe objetivamente. Cuando encuentre el mal objetivo, aborrézcalo. Y cuando encuentre el bien objetivo, abrácelo.
Ahora, ¿qué hace que el bien sea bueno? ¿Y qué hace que el mal sea mal? En otras palabras, ¿cómo nos percatamos de que existe el bien objetivo y el mal objetivo? Bueno, este versículo no lo dice. Pero no tenemos que irnos muy lejos para encontrar la respuesta. Versículo 2: " Y no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto”. Existe el bien objetivo porque existe "la voluntad de Dios". O más simplemente, y más profundamente, existe el bien objetivo más allá de nosotros porque Dios existe más allá de nosotros. Y más concreta y específicamente, Dios se ha dado a conocer a sí mismo objetiva e históricamente en Jesucristo, en las Escrituras.
Si no hay Dios, si no hubiera un Cristo, entonces el bien sería subjetivo, no objetivo. El bien existiría según la perspectiva del que contempla, especialmente del más fuerte. El poder dictaminaría lo correcto. Pero Dios existe. Y por tanto, el poder no dictamina lo correcto. El bien y la verdad, y lo correcto, y lo hermoso, tienen su fundamento en Dios, y en su auto-revelación: Jesucristo. Lo que significa que el agricultor más sencillo en Rusia, o el judío en Alemania, o el esclavo en Georgia, o el prisionero cristiano en Roma, pueden decir al Stalin, o Hitler, o dueño de plantaciones o al césar más poderoso: "No señor, eso es malo. Y todo su poder no hará que sea bueno. Por encima de usted está Dios. Y por tanto, el bien y el mal tienen una realidad objetiva más allá de usted".
Oh, qué gran regalo damos a nuestros hijos cuando les enseñamos las enseñanzas simples y sencillas de la Biblia. Sus implicaciones van muchísimo más allá de nuestro conocimiento. En esta única frase hay un mundo de verdades preciosas.
2. No es Suficiente con Desechar el Mal, y Elegir el Bien; se Requiere Una Intensidad Interior
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Enlace: Aborreciendo lo malo; aplicándoos a lo bueno - Deseando a Dios http://ow.ly/s3xm5 via 2004By John Piper. © Desiring God. Website: desiringGod.org