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Oportunidades después del fracaso

Escrito por: Centro Cristiano at 5:18 pm 5/24/2009

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A veces parece un cliché de los creyentes la frase “Dios esta viendo todo”, sin embargo es real, esa noche Pedro, decidió seguir, no tan cerca para no comprometerse, y no tan lejos como para saber que ocurre; el problema es que a su alrededor si hay gente que lo reconoce, y el niega conocer a Jesús, y Jesús sabe lo que está pasando en ese momento, así lo explica Lucas 22. 61 “El Señor se volvió y miró directamente a Jesús”.  Entiéndame, la mirada fue un momento, pero perduró para siempre. (Mateo 26)

En el Nuevo testamento  se nos da 4 listas de discípulos escogidos por Jesús (Mateo 10.24; Marcos 3. 16-19; Lucas 6. 13-16 y Hechos 1. 1-13), el orden es muy parecido, pero el primero de cada lista es Pedro,  esto refleja su condición de liderazgo, y con ello las expectativas de muchos a su alrededor.Había sido esclavo de sus propias palabras, “yo nunca te abandonaré”

Si Pedro pudiese pedir un deseo, creo pediría volver atrás en el tiempo y no negarlo en esa ocasión, Pedro busca una  segunda oportunidad. Borrón y cuenta nueva, en el golf lo llaman Mulligan. El  golpe de gracia.

La mayoría de las religiones del mundo tienen la idea de un Dios contador de acciones, cuantas acciones buenas, cuantas malas y al final hacemos balance de resultados, con tus saldos en rojo.  El cristianismo es único al entender y vivir  La Gracia de  Dios.

gift La gracia no es la primera palabra que viene a la mente de la gente cuando habla de los cristianos.  La gracia es algo que solo la iglesia tiene y no puedes encontrarlo en ninguna otra parte.  La iglesia puede dar de comer a los pobres, pero también lo puede hacer un filántropo; puede educar a los niños, pero también lo puede hacer el gobierno, puede atender a los enfermos, pero un hospital privado o público también lo puede hacer, gracia solo se encuentra en la iglesia, y es exclusivo de ella.

El perdón es un acto casi antinatural para la mayoría de las personas, uno puede parecer que minimiza los daños, y que el responsable queda absuelto con un solo pido perdón, con Dios es exactamente así.  Uno quiere que el responsable pague, pero es todo un reto.

El perdón parece injusto, lo lógico es la venganza, pero Dios no lo hace de esa manera, y ojo con esto, las palabras de Jesús fue, en la misma manera que nosotros perdonamos, seremos perdonados.
Dios renunció al derecho de vengarse por cada falta que hacemos al proveer a Jesús como medio de salida.

La gracia de Dios nos hace ser concientes de la humanidad propia.  Pedro se veía muy convencido de sus declaraciones, era autosuficiente hasta que se quebró.  Dios no usó esto para reprochárselo.  “Te lo dije” simplemente este encuentro le dio a Pedro una nueva mirada sobre su propia debilidad. Usted lo puede notar en sus respuestas.  “Señor tu lo sabes todo” eso contrasta con las primeras palabras  “yo nunca te dejaré”

John 21:1-17  La Biblia de las Américas (1997)

Jesús se manifiesta junto al mar
1 Después de esto, Jesús se manifestó otra vez a los discípulos junto al mar de Tiberias, y se manifestó de esta manera: 2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. 3 Simón Pedro les dijo: Me voy a pescar. Ellos le dijeron: Nosotros también vamos contigo. Fueron y entraron en la barca, y aquella noche no pescaron nada. 4 Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús. 5 Entonces Jesús les dijo: Hijos, ¿acaso tenéis algún pescado? Le respondieron: No. 6 Y El les dijo: Echad la red al lado derecho de la barca y hallaréis pesca. Entonces la echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad de peces. 7 Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba, dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Oyendo, pues, Simón Pedro que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se la había quitado para poder trabajar), y se echó al mar. 8 Pero los otros discípulos vinieron en la barca, porque no estaban lejos de tierra, sino a unos cien metros, arrastrando la red llena de peces. 9 Entonces, cuando bajaron a tierra, vieron brasas ya puestas y un pescado colocado sobre ellas, y pan. 10 Jesús les dijo: Traed algunos de los peces que habéis pescado ahora. 11 Simón Pedro subió a la barca, y sacó la red a tierra, llena de peces grandes, ciento cincuenta y tres; y aunque había tantos, la red no se rompió. 12 Jesús les dijo: Venid y desayunad. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Quién eres tú?, sabiendo que era el Señor. 13 Jesús vino, tomó el pan y se lo dio; y lo mismo hizo con el pescado. 14 Esta fue la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos, después de haber resucitado de entre los muertos.

Diálogo de Jesús con Pedro
15 Entonces, cuando habían acabado de desayunar, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis corderos. 16 Y volvió a decirle por segunda vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Pastorea mis ovejas. 17 Le dijo por tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: ¿Me quieres? Y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

1. Uno quiere volver  atrás.

Un retorno a las costumbres anteriores, los escenarios antiguos, donde la seguridad era parte de todo.  Lo que no sabían era que habían cruzado la línea del no retorno.

Ellos querían volver a lo que ya habían dejado atrás, algo que no los llenaba y decidieron abandonar por seguir a Jesús, ahora es cuando su fe está siendo puesta a prueba.

2. Dios constantemente está tendiendo puentes para relacionarse con nosotros.

Mire esta historia, no fue Pedro quien propició el encuentro, fue Jesús quien dio el primer paso.
El momento del encuentro no es un momento para las palabras, uno no atina a decir nada, no existen palabras correctas para un momento así. Solo un silencio restaurador.  Recuerda la historia del hijo pródigo, cuando volvió en sí fue a casa de su padre, quien lo vió de lejos, lo estaba esperando, y corrió a él, sabe lo que hizo, lo abrazó. Simplemente lo abrazó. Hay momentos que las palabras sobran porque el silencio habla más que ellas. Y cuando uno experimenta el perdón de Dios luego de un tropiezo,  exactamente eso ocurre.

3. La culpabilidad ciega a la persona.
Luego de un tropiezo uno suele ser más vulnerable que nunca.
Los discípulos no pudieron reconocerlo en primera instancia, déjame decirte algo, Dios está más cerca de ti de lo que tu te imaginas en la vida y diariamente.

4. El viaje más difícil es el de regreso a un sitio donde has fracasado.
Jesús sabe eso, por eso decide acompañarlo en esta ocasión.   Pedro volvió al mar y echó las redes luego de una noche de trabajo infructuoso.  Ahora huye del llamado de Dios y es ahí a donde Jesús lo hace volver.  La diferencia, es que ahora no iría solo, Jesús estaría con él.  Años atrás había sucedido exactamente la misma escena. Retorno al lugar del fracaso, pero con Dios en la barca ahora.

5.  La confrontación de Dios no busca información, busca arrepentimiento.
Cuando Dios se acerca a nosotros y nos confronta, primero debemos entender que lo hace basado en el amor, buscando lo mejor para nosotros, segundo lo hace no para encontrar una explicación a nuestros errores, él no llega preguntando porqué? Lo hace para encontrar en nosotros una respuesta de arrepentimiento delante de El.  Eso hizo la diferencia entre Saúl y David. Por eso oró y escribió el salmo 51. (32)

j0426641 Un detalle interesante de esta conversación es el nombre por el que llama Jesús con el restaurado líder, ya no lo llama Pedro, lo llama Simón hijo de Jonás, para recordarle su humanidad, y con ello la debilidad y vulnerabilidad a la que estaba expuesta tal como todos nosotros la tenemos.

La vida continúa, no es tan fácil encontrar una razón y un horizonte, Pedro ve como sale el sol nuevamente cada día, está en la playa, y aunque ve el amanecer, su corazón sigue en oscuridad.  Necesitamos entender algo, fueron muchos e intensos los momentos que Pedro vivió junto a Jesús, dicen que a uno se lo recuerda  muchas veces por la forma en que termina, Pedro pensó que su relación con Dios terminó de la peor manera, lo abandonó, lo traicionó, no pudo sostener sus promesas de fidelidad.  Era l igual que todos nosotros un ser humano, capaz de fallar.

El momento más oscuro de cada noche ocurre instantes antes de rayar el alba. No es coincidencia que Jesús aparezca justo en el amanecer de ese día.

El verdadero resultado de este encuentro no es primordialmente la restauración de Pedro a un cargo de liderazgo, es el cambio de actitud, el arrepentimiento, el cambio de valoración que Pedro le dio las cosas, la conciencia de su debilidad que le haría caminar desde entonces con mayor cuidado por el sendero de la vida y del ministerio.

Las tres preguntas de Jesús: primero no porque busque información, sino porque busca perspectivas llenas de humildad.  Me amas más que estos? Tu sabes que te quiero.  Tiene recelo y hasta cierta desconfianza de si mismo, por esa razón su respuesta no el tipo de amor entregado y sacrificial que Jesús pregunta, y su respuesta es un afecto más mesurado. Conciente que y ano puede vivir comparándose equivocadamente con nadie, ni siquiera involucra en su respuesta a “estos”, que por último no fueron quienes se jactaron de fidelidad, ni negaron al Señor.

La segunda pregunta mantiene el mismo formato de amor y querer. Y concluye con la mismo encargo.

En la tercera ocasión Jesús pregunta si Pedro lo quiere y esto provoca una tristeza en Pedro, entonces su respuesta es Tu lo sabes todo.  Es una respuesta de tanta vulnerabilidad, es como decía el salmista.

Este encuentro le dio a Pedro una nueva oportunidad, experimento un cambio en su vida, porque tuvo:
Una nueva perspectiva, ya no era el autosuficiente y acelerado de antes, ahora era un hombre revestido de humildad y dependencia absoluta a Dios.
Un encargo para vivir cada día de su vida en forma consciente. Ya no sería nunca más el pescador del mar de Galilea, sería desde entonces el pescador de almas para el Reino de Dios. Ojo hay que tener valor para vivir conscientemente cada día de su vida.

La gracia que alcanzó a Pedro, fue la misma gracia que en el año 45 alcanzó a Pablo, cuando era un enemigo de la iglesia y luego se convirtió en el predicador más apasionado que el mundo haya conocido.  Esa misma gracia es la que alcanzó a un traficante  de esclavos  mientras iba en un barco  que asolaba las costas de África en marzo de 1748 y luego regaló a l mundo uno de los cantos más hermosos que el cristianismo pueda recordar titulado “Sublime gracia”.  Es la misma gracia que permitió al hijo pródigo volver a casa y ser recibido y honrado por su padre.  Esa misma gracia es para ti el día de hoy y se expresa en este lugar en forma especial.