20/2/10

Creciendo en disciplina

Globedia Noticias  de Puerto Rico 10-12-2009 10:59

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Hoy quiero compartir con todo el liderato de las iglesias la importancia de entender lo que debe ser en nuestras vidas de lideres la “ Disciplina Espiritual” . Sin esta no podemos ser usados con unción y tampoco podemos hacer la perfecta voluntad de Dios

Defino Disciplina de la siguiente manera: “ Disciplina es el entrenamiento que corrige, moldea, perfecciona las facultades mentales o el carácter moral del individuo.”

Defino Disciplina Espiritual de la siguiente manera: “ Disciplina Espiritual incluye toda instrucción, toda prueba y corrección, y todo lo que proviene de Dios para que podamos cultivar en nuestras vidas el carácter de Dios.”

“ Porque la gracias de Dios se ha manifestado a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tito 2:11-12).

“ El que tiene en poco su disciplina menosprecia su alma” (Proverbios 15:32).

En Hebreos 12:3-11 leemos que somos hijos de Dios. Él es nuestro Padre. El Padre que nos ama como hijos nos disciplina. Esta es otra manera de decir que Dios no quiere “ CRISTIANOS CONSENTIDOS.” En un mundo turbulento como el que vivimos, Dios necesita líderes disciplinados, guerreros en la fe, genuínos, listos para la batalla. La salvación y la Disciplina son inseperables. Por eso la gracia de Dios que nos da salvación también nos disciplina. Dios no salva y llama a un líder para luego dejarlo solo viviendo un estilo de vida inmadura y pecaminosa. Muchos hoy día dicen ser hijos de Dios, pero caminan solos, se diregen solos, porque no permiten que el Espíritu Santo les enseñe a decir NO a las cosas que no le agradan a Dios.

“ Pero si os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos” (Hebreos 12:8).

“ No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21).

“ Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (2 Corintios 13:5).

Dios estará en usted hasta que usted falle en hacer este éxamen. ¿Hay evidencia en su vida de que usted ha muerto al pecado para vivir con Jesucristo? Es la disciplina de Dios la que nos enseña a crecer espiritualmente. Es posible ser un sincero seguidor de Jesucristo y a la misma vez ser indiciplinado en diferentes áreas de la vida.

La palabra Disciplina conlleva una serie de significados o interpretaciones:

(1) Para el niño; significa ser forzado a cumplir con algo que él no desea hacer, pero lo hace porque se se rebela, él reconoce que va a ser castigado.

(2) Para el soldado; comformidad a las regulaciones militares. Obediencia inelegible o sin opción.

(3) Para el estudiante; significa el curso de aprendizaje con requerimientos especificos, reglas y exámenes académicos sobre la carrera escogida.

(4) Para el cristiano; significa discipulado. Seguir a Jesucristo negándose así mismo y con la determinación de cargar su cruz hasta el fin.

La disciplina en la que opera el niño, el estudiante, el soldado, y el discípulo es una disciplina impuesta. Es decir que están forzados a cumplir sin opción, porque su desobediencia resultaría en castigo. Podemos decir que hay dos tipos de disciplina; La Impuesta y la Auto-disciplina.

imagesCA96YZJH Disciplina Impuesta: Es la que cumplimos porque tenemos que cumplirla. Esta es ejercitada en base a intimidación.

Auto-Disciplina: Es la disciplina que caracteriza al individuo que ha alcanzado madurez en su vida. Todas sus acciones, sus deseos, su tiempo, sus finanzas están bajo control. No porque alguien se lo exige, sino porque la contestura de su carácter se lo dicta así.

El apóstol Pablo demuestra el tipo de auto-disciplina o una disciplina perfecta cuando nos dice: “ Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre” (1 Corintios 9:27).

Hay un versículo que dice: “ Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican: Si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guardia” (Salmos 127:1). Es precisamente esta verdad la que me lleva a pensar que hay una disciplina a la cual yo le llamo “ Disciplina Dependiente.” Esta la quiero ilustrar con un ejemplo:

Imaginate que estás sentado en un avión a 35, 000 pies de altura. De momento el piloto habla y le dice a los pasajeros. Tenemos una emergencia, una de las alas del avión esta por remperse, ¿Cuál de las dos alas prefieres? ¿La derecha o la izquierda? ¿No es esta una prregunta tonta? Sabemos que no hay avión que pueda volar con una sola ala. Ambas son muy necesarias para el balance del avión. Así como el avión necesita las dos alas, nosotros también necesitamos Disciplina y Dependencia para lograr la santidad que Dios espera de nosotros.

La oración es la expresión más antigua, más universal y más intensa del instinto cristiano. Incluye el habla más sincera de los labios de un niño y las sublimes súplicas de los ancianos

El apótol Pablo exhorta a Timoteo: “ Ejercítate para la piedad...” “ la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y y de la venidera” (1 Timoteo 4:7-8). En otras palabras adiéstrate, disciplínate para que seas piadoso. Pablo usó la palabra ejercítate para referirse al entrenamiento espiritual. La Ilustración del avión nos enseña que nosotros no debemos de llevar nuestras responsabilidades por nuestras propias fuerzas o habilidades. Nosotros debemos depender del Espíritu Santo para que nos habilite. Dependemos de Dios pero Dios nos habilita para que hagamos el trabajo; Él no hace el trabajo por nosotros.

Un buen ejemplo de Disciplina Dependiente lo encontramos en Nehemías 4:8-9: “ y conspiraron todos a una para venir y atacar a Jerusalén y hacerle daño. Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche” . Nehemías dice que oraron y pusieron guarda. Él reconoció que dependía de Dios, pero Él también aceptó su responsabilidad de trabajar haciendo guardia de día y de noche. Definitivamente necesitamos las dos alas del avión Disciplina y Dependencia. No podemos volar con un ala solamente en nuestra vida espiritual y ministerial.

La Disciplina de Orar: Dependemos de Dios cuando practicamos la Disciplina de la oración. La oración es la expresión de nuestra dependencia total en Dios. El escritor del Salmo 119 nos ensena acerca de la Disciplina de la oración en busca de la santidad. Veamos los versículos 33-37 de este Salmo 119.

“ Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, y los guardaré hasta el fin. Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad. Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a la avaricia. Aparta mis ojos, que no vean la vanidad. Avívame en tu camino.”

El salmista quiere que Dios le enseñe a Él, que le de entendimiento, y que lo guíe por la senda de Sus mandamientos. El también quiere que Dios trabaje directamente en su corazón, que su corazón busque Sus estatutos y que aparte sus ojos de las cosas vanas. Ahora note como su Disciplina guarda la Palabra de Dios.

“ En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra tí. Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. Con mis labios he contado todos tus juicios de tu boca. Me he gozado en el camino de tus testimonios más que toda riqueza. En tus mandamientos meditaré; consideraré tus caminos. Me regocijaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras” (Salmos 119:11-16).

El salmista ha guardado la Palabra de Dios en su corazón. Él lo ha contado a otros, Él se regocija en obecederlos, Él medita en ellos y Él no se olvidará de Su palabra. El salmista no era solamente un hombre de Disciplina, Él era también un hombre de oración. Él practicó lo que yo llamo “ Disciplina y Dependencia.”

“ Exhorto ante todo, a j0434135 que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres” (1 Timoteo 2:2).

La oración es la expresión más antigua, más universal y más intensa del instinto cristiano. Incluye el habla más sincera de los labios de un niño y las sublimes súplicas de los ancianos. Todas alcanzan la Majestad de lo Alto. Efectivamente la oración es el aliento vital y el aire nativo del cristiano. No obstante, aunque paresca extraño, la mayoría de los cristianos les parece que es difícil orar. No se deleitan naturalmente en acercarse a Dios. A veces hablan con poca sinceridad acerca de la delicia y poder de la oración. Se le llama a la oración imprescindible, se sabe muy bien que las escrituras lo exigen. Sin embargo, a menudo no se cumple con la oración.

Tomemos aliento de las vidas de líderes santos quienes vencieron esta renuencia natural y volvámonos poderosos en oración. Un eminente cristiano confesó: “ Cuando voy a orar hallo que mi corazón es muy reacio en acudir, y cuando está con Él, muy reacio en quedarse.” Por lo tanto la Auto-Disciplina tiene una misión. “ Cuando uno se siente menos dispuesto a orar, no debe ceder, sino que debe porfiar y esforzarse en orar, aun cuando piense que no puede.” Tenemos que dedicar un tiempo para la oración. Siempre encontramos tiempo para las cosas importantes. La excusa más común para el poco tiempo dedicado a la oración es la lista de “ cosas para hacer” que atestan nuestro día; todas nuestras obligaciones.

Un gran ejemplo en la Disciplina de la oración lo encontramos en nuestro Señor Jesucristo. Si la oración fuera absurda o innecesaria, Jesús no habria perdido el tiempo en ella. La oración era la característica dominante de Su vida y una recurrente de Su enseñanza. El Señor Jesús pasaba noches en oración; “ En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando” (Lucas 6:12). A menudo se levantaba antes del alba para orar; “ Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba” (Marcos 1:35).

Las grandes crisis de Su vida y ministerio comenzaron con períodos de oración especial como en Lucas 5:16: “ más Él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.” Mediante palabra y ejemplo instruyó a sus discípulos en la importancia de estar solo en la oración. Después de alimentar a los cinco mil; “ Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar” (Marcos 6:46). Antes de la transfiguración; “ Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar” (Lucas 9:28).

La verdadera oración es un ejercicio espiritual vigoroso que demanda la máxima disciplina y concentración mentales. Nos alienta notar que el apóstol Pablo, quien probablemente sea el mayor campeón humano de la oración confesó: “ Pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos...” , “ pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cual es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos” (Romanos 8:26-27).

Puedes leer mas en el enlace a pie de articulo.

Fuente: http://www.luismquiros.com/2009/07/creciendo-en-disciplina.html

16/2/10

John McArthur - Esclavos de Cristo

por VolvamosAlEvangelio  November 08, 2009

 

 

Un Interés por Promover el Discipulado y Crecimiento Cristiano

Del libro Nueve Marcas de una Iglesia Saludable, capitulo 8

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Crecimiento Cristiano

Otra marca que distingue a una iglesia saludable es un interés profundo en el crecimiento de la iglesia, pero no solo en el sentido numérico sino en el crecimiento espiritual de los miembros. Algunos piensan hoy en día que un cristiano puede ser un “bebé espiritual” por el resto de su vida. Parece ser, que para algunos discípulos, el crecimiento lo miran como algo opcional y no necesario. Pero el crecimiento es señal de vida. Los árboles que tienen vida son aquellos que crecen, y los animales que tienen vida son aquellos que crecen. El crecimiento involucra un aumento y avance. En muchas áreas la experiencia nos muestra que cuando algo deja de crecer, se muere.

Pablo esperaba que los corintios crecieran en su fe cristiana (II Co. 10:15). Asimismo, él esperaba que los efesios “crecieran en Aquel que es la cabeza es decir, Cristo” (Ef. 4:15; Col. 1:10; II Tes. 1:3). Pedro dio también esta exhortación a los primeros cristianos, “deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así por medio de ella crecerán en su salvación” (I Ped. 2:2). Es una tentación para los pastores reducir a la iglesia a una mero concepto estadístico de asistencia, bautismos, ofrenda y membresía, donde el crecimiento es tangible; sin embargo, tales estadísticas se quedan cortas del verdadero crecimiento del cual escribe Pablo, y el cual desea el Señor.

La Santidad es Evidencia del Crecimiento

En su Tratado Concerniente a las Emociones Religiosas, Jonathan Edwards sugiere que el verdadero crecimiento en el discipulado cristiano no es finalmente una mera emoción, en la cual se aumenta el lenguaje religioso o se aumenta el conocimiento de las Escrituras. Ni es tampoco un evidente incremento en gozo o en amor o en la preocupación por la iglesia. Aún, el aumento en el celo y alabanza por Dios, o la confianza plena en nuestra fe no son evidencias infalibles del verdadero crecimiento cristiano. ¿Entonces qué es? Según Edwards, aunque todas estas puedan ser evidencias de un crecimiento cristiano, el único signo tangible y cierto es una vida de santidad ascendente, fundamentado en el concepto cristiano de morir a nuestro “yo.” La iglesia debe ser marcada por el cuidado vital de este crecimiento piadoso en la vida de cada uno de sus miembros.

El Descuido de la Disciplina Impide el Crecimiento

Tal como hemos visto en la séptima marca, uno de los resultados inesperados como consecuencia del descuido de una disciplina adecuada en la iglesia es la mucha dificultad en hacer discípulos. En una iglesia con carencia de disciplina, los ejemplos no son claros y los modelos son confusos. Ningún jardinero planifica el plantar hierba mala. La hierba mala es intrínsecamente indeseable, y ella puede producir malos efectos para las plantas que la rodean. El plan de Dios para la iglesia local no permite que dejemos la mala hierba sin ningún control.

Creciendo Juntos en Comunidad

Los buenos testimonios de una comunidad de creyentes con un compromiso fuerte pueden ser muy buenas herramientas en las manos de Dios para el crecimiento de su pueblo. A medida que el pueblo de Dios crece y se fortalece en santidad y entrega total de amor, debe mejorar su habilidad de administrar disciplina y motivar el discipulado. La iglesia tiene la obligación de ser un medio para que el pueblo de Dios crezca en gracia. Si en lugar de esto encontramos lugares donde solamente los pensamientos del pastor son enseñados, donde Dios es más cuestionado que adorado, donde el evangelio se diluye y el evangelismo se tuerce, donde la membresía de una iglesia carece de significado, y un culto mundano alrededor de la personalidad del pastor es permitido, entonces será difícil esperar hallar una comunidad que sea unida o edificante. Tal iglesia ciertamente no traerá gloria a Dios.

Aparencias de un Crecimiento

Dios es glorificado en aquellas iglesias que están creciendo. Este crecimiento puede verse de muchas maneras: por el incremento de personas que son llamadas al campo misionero; por miembros antiguos que son refrescados con un renovado sentido de responsabilidad en su tarea evangelizadora; por miembros jóvenes asistiendo a funerales de miembros mayores motivados por el puro amor de los unos con los otros; por el aumento en la oración, y un deseo de disfrutar más predicaciones; por las reuniones de la iglesia que se caracterizan por genuinas conversaciones espirituales; por un aumento en las ofrendas, y por ofrendantes dando sacrificialmente; por más miembros compartiendo el evangelio con otros; por padres redescubriendo su responsabilidad de educar a sus hijos en la fe. Estos son solamente algunos ejemplos del tipo de crecimiento de iglesia por el cual los cristianos deben orar y trabajar.

Dios es Glorificado en el Crecimiento

Cuando vemos ciertamente a una iglesia que está compuesta por miembros que están creciendo a la semejanza de Cristo ¿Quién se lleva el mérito o la gloria? “Dios… quien da el crecimiento. Así que no cuenta ni el que siembra ni el que riega, sino solo Dios quién es el que hacer crecer” (I Cor. 3:6b-7; Col. 2:19). También la bendición final que Pedro escribió a los primeros cristianos fue expresada en modo imperativo: “crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A El sea la gloria ahora y para siempre! Amén” (II Pe. 3:18). Pudiéramos pensar que nuestro crecimiento nos traiga gloria a nosotros mismos. Pero Pedro lo sabía mejor. “Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de la salvación” (I Ped. 2:12). Obviamente, él recordaba las palabras de Jesús: “Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes”, aquí seguramente podríamos pensar que solamente quería hacer ver que es natural caer en la trampa de la auto-admiración, pero Jesús continuó: “y alaben al Padre que está en el cielo” (Mat. 5:16). Trabajar para promover el discipulado y el crecimiento es otra marca de una iglesia saludable.

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Del libro Nueve Marcas de una Iglesia Saludable, capitulo 8

 

 

 

 

Más recursos: GospelTranslations.org.
By Mark Dever. © 9Marks. Website: 9marks.org.

6/2/10

Necio

Escrito por D.L, Moody www.entrecristianos.com 07/24/2008

"Necio, esta noche vuelven a pedir tu alma." Lucas 12:20

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OIGAMOS todos lo que el Salvador tiene que decir. Esto está registrado en el capítulo 12 de Lucas, versículo 16: "Y refirióles una parábola, diciendo: La heredad de un hombre rico había llevado mucho; y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿qué haré, porque no tengo donde juntar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes almacenados para muchos años; repósate, come, bebe, huélgate. Y díjole Dios: Necio, esta noche vuelven a pedir tu alma; y lo que has prevenido, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico en Dios."

Algunas personas piensan que fue rudo que el Salvador llamara "necio" a un hombre. Cuando alguien es llamado en la Biblia un necio, eso significa que éste carece de discernimiento espiritual, o que él está viviendo sin Dios, o que es un hombre que no toma en serio al pecado, o un hombre que dice: "No hay Dios". Ahora bien, encontramos que este hombre, en la vista de otros, era lo que llamaríamos "un hombre muy exitoso". Usted podría llamarlo "un hombre noble". No tengo duda alguna de que él se situaba bien en la comunidad donde vivía. Lo situamos en el valle del Jordán [como un caso imaginario pero que podría representar a muchos caso verdaderos que se dieron allí]. Él quizás, tenía una de las mejores haciendas que habían en el valle. Él vivía en el más maravilloso día de la historia del mundo.
Nunca hubo antes que él justo un día así, y desde entonces nunca lo ha habido. Imagino que Juan el Bautista predicó cerca de su casa. Desde la puerta en el frente, él podía ver el gran gentío agolpándose, día tras día, afuera en el lugar desierto para oír a este maravilloso predicador. O, Juan venía desde el desierto de Judea día tras día a aquel valle, y podría haber sido que la hacienda de este hombre estuviera tan cerca que él podía oír aquella voz cuando salía de los labios de Juan de un extremo al otro del valle: "Arrepentíos, que el reino de los cielos se ha acercado". Podría haber sido que el Salvador, después que Juan fue decapitado, predicara también allí, dentro de un cuarto de milla de la hacienda de ese hombre.

Cuando él envió los Setenta, de dos en dos, ellos podrían haber llegado al vecindario de ese hombre para predicar; y no tengo duda alguna que él dijo, como muchísimos hombres de negocios hoy: "No puedo ir a oír a ese predicador, el negocio debe ser atendido. Debo cuidar mi hacienda. Estoy acumulando riquezas para esta vida". No conozco de una ocupación más honorable que la del granjero. El negocio de este hombre era correcto en todo; no se puede encontrar ninguna falta en éste. Ahora, hay algunas cosas que no fueron dichas. No se nos ha dicho que él fuera un hombre deshonesto, o en apuros, o que él acopiara reservas para especular, e hizo su dinero de esa manera, o que él hiciera trampas a la viuda, o que quebró y pagó "cincuenta centavos por dólar", o que rentaba su propiedad para casas de prostitución o vinerías.

Me aventuro a decir que si usted hubiera vivido cerca, habría encontrado todos sus vecinos hablando muy favorablemente de él, y llamándolo "un muy astuto, muy previsor y exitoso hombre de negocios." Él tenía buena mercancía de Egipto, y alguna de Siria. Nadie encontraba defecto con su mercancía. Él tenía el mejor ganado en el valle y nadie tenía mejores caballos o mulas. Él tenía las mejores ovejas de esa región. La hacienda estaba resguardada; todas las cercas estaban bien; hermosos árboles para dar sombra; hermoso césped en frente de la casa --todo muy prolijo y ordenado. Quizás alguno de ustedes podría decir: "Ese hombre es bastante bueno; déjenlo tranquilo". Me aventuro a decir que si hubiera sido un ciudadano de Boston, lo habrían hecho un Anciano o un Diácono.

Cuando se volvió un hombre exitoso, un hombre próspero, tenía buenos antecedentes. Él no se embriagaba. Su carácter se mantenía muy, muy alto. Su palabra era tan buena como sus contratos. Todos los hombres que empleaba hablaban bien de él. Ellos nunca pensaban en una huelga, porque les caía bien. Usted no puede encontrar realmente nada contra el carácter de este hombre, ¿podría hacerlo? Y sin embargo el Salvador llama a ese hombre un NECIO. ¿Cuál es el problema? Me parece que el problema era justo lo que sigue: Ese hombre trabajó, y poseyó, y planeó. Desde la cuna hasta la tumba, ¡justo este pequeño, corto, breve tiempo señalado de toda la vida reservada para él! No sabía nada, o no le importaba nada, acerca de la otra vida.

Él podía haber ido a la iglesia; podía haber ido a Jerusalén a todas las fiestas religiosas; podía haber pagado sus diezmos; podía haber sido un judío ortodoxo. Él observaba todas las formas externas, porque eso le daría respetabilidad, y dignidad, y posición. Y sin embargo, con todo eso, el Salvador dice que era un NECIO. Hay un pasaje en alguna parte en la Biblia que dice, "lo que es altamente estimado para el hombre es una abominación a Dios". Dios mira las cosas de manera diferente que el hombre. Me parece mejor que un hombre nunca hubiese nacido que vivir y morir por este mundo, y no pensar en la vida venidera. Imagino a este hombre en su salón una noche. Hizo venir un constructor experto con algunos planes. Él va a derribar sus antiguos graneros y los construirá más grandes.

¡Bueno, eso no es dañino! Es mucho mejor levantar nuevos graneros que beberse los antiguos. Si él hubiese sido un borracho, se habría bebido todos los edificios. ¡Oh, cómo ilumina él! Él habla de la mejor hacienda en el valle. He visto estancieros semejantes cuando planificaban hacia dos años futuros. Ellos querían tener graneros mejores que cualquiera en el pueblo. Este hombre va a tener el mejor granero en todo el valle del Jordán. Su esposa dice, "iré a la cama; todos los niños ya han ido". Pero él queda despierto hasta la medianoche, preparando planes, y dice a su alma: 'Alma, repósate'. El viejo reloj señala la última hora del día; y el constructor dice: "debo ir; mi esposa me está esperando". Él desea al hacendado Simeón "Buenas noches", y se va. Pero Simeón ha quedado tan excitado por el granero que no puede dormir.

Él va a quedar despierto más tiempo. Es la una, todas las puertas están cerradas, las persianas aseguradas, todo tranquilo y silencioso. No se escucha el sonido de pie alguno, pero un extraño hace su aparición, y Simeón levanta la vista, y dice, "¡Oh muerte! No has venido a llamarme así repentinamente, ¿no?"

"Sí, esta noche tu alma debe serte pedida."

 

Favor leer el resto del sermon; entrecristianos.com/necio

Los Caminos al Liderazgo

Wayne Cordeiro MentoringLeaders.com/espanol 12/03/2009

Hay buenas y malas formas de liderazgo. Usted puede tener alguien como Adolph Hitler que era un líder fuerte—pero un mal líder, él conducía la gente a la muerte.  Necesitamos buenos líderes, no es suficiente solo ser líder.

¿Cómo nos movemos hacia el buen liderazgo? ¿A qué se parece esta trayectoria?

Comenzamos el viaje de líder como discípulos entusiasmados.  Estamos entusiasmados por lo que Dios tiene reservado para nosotros.  Hay visión y entusiasmo.

Entonces nos movemos para la segunda etapa donde estamos involucrados con buena gana, y completamente comprometidos. Satisfacemos alegremente cualquier responsabilidad dada a nosotros, incluso limpiar los inodoros del Centro Ministerial.

En el camino nuestras expectativas no son alcanzadas y nuestros sueños no son realizados. Esto nos lleva a la tercera etapa: donde nos convertimos en estudiantes desilusionados.

Ésta es la juntura crítica. En esta bifurcación del camino, Dios probará su nivel de compromiso.  (Compromiso se puede definir como permanecer verdadero a una decisión digna mucho tiempo después de que la emoción de haber hecho esta decisión ha pasado.) Cuando usted llegue a este punto, usted se sostendrá a la verdad de que Dios lo ha llamado?  Aún cuando usted no esté tan entusiasmado como antes, puede usted sin embargo decir, “Estoy comprometido a lo que me ha llamado Dios de hacer”?  Si usted dice que no, y no puede pasar esta prueba usted irá a la Opción A.  Cuando usted dice sí, usted pasa esta etapa y usted puede moverse a la Opción B. La mayoría de los líderes (el 80%) toman la opción A, y algunos (el 20%) toman la opción B.

Miremos primero a la Opción A.

El primer paso de la opción A es comenzar a caminar con cautela. Usted todavía está involucrado, pero usted no tiene su corazón entero metido en su compromiso.  Usted camina ligeramente.  Usted está mirando siempre por la trayectoria de menos resistencia; si usted encuentra cualquier resistencia, usted retrocede. Cuando las cosas se ponen difíciles no empuja para salir de el problema, sino que cede el paso.

Eventualmente sigue al paso numero 2 de opción A, donde está centrado en lo que piensa la gente.  Usted se vuelve complaciente, o la gente le influye fácilmente, o la gente le frustra.  Usted se mueve en órbita alrededor de la gente, y es muy susceptible a lo qué dice o hace la gente.

Esto lo lleva al próximo paso, donde usted comienza a seguir las voces.  Usted desea estima de la gente, usted desea escaparse del dolor y de la frustración de la vida, así que usted comienza a justificar sus decisiones diciendo “el Señor dijo” o “Dios me está diciendo … ” para validar las decisiones que usted ha hecho de manera de salir de su dolor.

Todos necesitamos estima porque somos humanos.  Pero si usted está vacío porque le han herido y usted “gotea”, incluso el estímulo dado por Dios no será suficiente. Y si usted no tiene cuidado usted estará abierto al espíritu del engaño.  Una vez que le engañen, los pensamientos que son incorrectos comienzan a sonar razonables.  Si usted permanece aquí, las agendas silenciosas empiezan a dirigir su plataforma, dolores pasados dirigen sus filosofías, las cuestiones que no han sido resueltas dirigen sus decisiones, sus actitudes y sus perspectivas, son una trampa realmente peligrosa.

El destino final de opción A es convertirse en un líder sub-desarrollado.  Un líder que no construye  equipos, no oye a Dios correctamente, y no da la visión correcta. En un esfuerzo de satisfacer a la gente, y de salir de su dolor interno, este líder envolverá deseos personales en “Dios dijo” porque es duro refutar a alguien que utilice “El Señor me dijo … ”

Opción A es lo que llamo el grupo de la consolación.  La gente que toma esta trayectoria son los ganadores de los perdedores.  Nunca progresan más allá de la bifurcación en el camino, y permanecen como líderes subdesarrollados por la mayor parte de sus vidas.

La Biblia dice que debemos de funcionar de tal manera que triunfemos.  Usted no puede ganar en  el grupo de la consolación , en  la opción A.

La trayectoria alternativa es la Opción B. Llamo esta trayectoria el camino alto, o el grupo de los ganadores.  Empieza en el mismo lugar donde empieza la opción A, después del estudiante desilusionado.

El primer paso en la opción B es la prueba de su compromiso.  Cuando usted ha contado el costo y ha elegido seguir el curso. Usted reafirma su compromiso y su llamado original. Cuando usted pasa la prueba, entonces de repente usted se traslada al segundo paso donde usted no busca satisfacer a la gente, sino que usted busca satisfacer a Dios.  Usted está centrado en lo que piensa Dios.

Y porque usted busca el placer de Dios, en vez de seguir las voces usted vuelve a su llamado.  Usted se devuelve a su llamado original y usted empieza a empujar el botón “re“, usted reinventa, recalibra, refresca, realmacéna. Usted se vuelve más sabio, y comienza a reorganizar y a resolucionar las cosas que le trajeron la desilusión, y repiensas lo que Dios lo ha llamado a hacer.  Su celo es quizá un poco diferente, pero su llamado no ha cambiado; solo la manera en que usted enfoca su llamado.

Esto entonces lo conduce a ser un líder completamente desarrollado, alguien que tiene iniciativa y es emprendedor. Solo 20% de los líderes eligen esta trayectoria, el camino alto.

Si usted busca satisfacer a la gente usted nunca será emprendedor. Una marca de un gran líder es uno quién hace trabajo para si mismo. Él ve lo qué hay que hacer y comienza a caminar por ese lado.  Puede ver el futuro, hacer recomendaciones.  No necesita esperar a que le digan lo que tiene que hacer.

El momento crucial en el camino al liderazgo es después de que nos convertimos en estudiantes desilusionados.  Estén alertos de los síntomas del estudiante desilusionado, aquí hay algunos: frustración, pérdida de visión, pérdida de motivación, y propósito. Usted todavía se presenta, pero usted no inicia nada.  Usted es vulnerable a las mentiras (las mentiras del enemigo). Tenga cuidado si usted ve cualquiera de estos síntomas en si mismo.

Aquí hay algunas maneras prácticas de aplicar esta enseñanza:

  1. Mire donde está en el camino al liderazgo.  Mientras más pronto usted reconozca el estado en el cual usted se encuentra, mejor.  Es fácil caminar imperceptiblemente por el camino incorrecto hasta que sea demasiado tarde.  El dolor está creciendo y quiere deshacerse de el dolor, no necesariamente de su llamado.
  2. Cuando usted comienza a reconocer los síntomas de la desilusión, y usted no hace nada para cambiar, usted se hace complaciente y la complacencia se hace su compañero. No tolere la compañía de estos síntomas. Consiga ayuda. Consiga consejos piadosos y consiga a alguien a quien tiene que dar cuentas.
  3. Anote las obligaciones que Dios le ha dado. Anote lo que es lo más importante para esta época de su vida.  Si el diablo le puede descarrilar de sus compromisos, el enemigo lo tiene en sus manos.

Cómo puede aconsejar a otro en este proceso?

Primero, anime a la persona para que tome el camino alto, puede que lo salve del engaño y del grupo de la consolación. Dios nos dijo que debemos de ser mensajeros, no somos Mesías.  Así qué, haga lo mejor para darle el mensaje con gracia. Y segundamente, si de todos modos procede hacer decisiones imprudentes, usted debe de esperarlo con los vendajes y el ungüento para ayudarlo a la restauración después de su caída.

Las desiciónes hechas durante la prueba de su compromiso son los qué definen al líder. Es una prueba del carácter. El compromiso que hacemos al llamado de Dios necesita ser establecido temprano en nuestro ministerio de modo que usted  constantemente coja el camino de un líder completamente desarrollado.